En abril de 2012 el destino me regaló un cancerito.
Consciente de que mis habituales correrías veraniegas habían terminado, y dado que me había caído encima una traducción técnica enorme, decidí plantarme a trabajar en un hotelito de una playa que conocía desde siempre.
Sin darme cuenta, cuando me aburría de tanto tecnicismo, empecé a escribir cosas mías.
En septiembre me encontré con el borrador de “Mi vida es un patchwork”.
Los sucesivos veranos he seguido alternando paseos matutinos por la playa desierta, traducciones cuando caían… y mis divagaciones literarias…

Mi itinerario vital como hija de familia, universitaria, aupair, trabajadora de verano…hasta que hice las maletas y me largué.

Mi vida desde que planté todo para ir a Italia dónde se me brindó una enorme cantidad de posibilidades creativas.

Cómo inventarse la vida al volver al terruño tras tropecientos años vividos en Europa.

Cotilleos –la mayoría breves- sobre cosas que uno observa o vive cotidianamente. No hay nombres, porque no es necesario. Los protagonistas podrían ser cualquiera de las personas que conocí. O sea que se trata de puro chismorreo.

Cotilleos sobre cosas que me contaron, que vi, que oí, que viví, etc.

Mis creaciones redondas, posteriormente agrupadas y bautizadas “tocados”.