



Traducción :
Bigiotteria in Italia – Otoño-invierno de 1988
ENTREVISTA A MARIANGELES PÉREZ
Políglota, cosmopolita, ecléctica y brillante abogado, expresa su fantasía entre caleidoscópicos cuadros de lana y creaciones de prendas de punto artesanales
“Y, le ruego, cuando empiece a escribir, trate por favor de poner correctamente mi nombre porque, ¿sabe?, desde que estoy en Italia, casi todos se equivocan: o lo indican de modo impropio –como por ejemplo en la guía de teléfono- o se limitan a italianizarlo, pero yo no soy ni Angela, ni Mariangela”.
Bien, la abogado María de los Ángeles Pérez y García, nacida en Pontevedra, en Galicia, se quedará contenta de nuestra diligencia lingüística. Por otra parte -¡qué vergüenza!- como puede permitirse uno el equivocarse al escribir el nombre de una extranjera que habla el italiano más correctamente que incluso muchos de los mismos italianos…
Claro, ella tuvo que aprender bien el italiano, dado que en el Circolo Filologico de Milán durante muchos años dio clases de español –o mejor dicho, de castellano, la antigua glosa literaria, lengua oficial desde el siglo XVI de una España en la cual hoy conviven el gallego, el catalán y el vasco-; pero también habla perfectamente inglés y francés, pese a que nunca se le ocurrió enseñar su idioma en algunos países en donde, de todos modos, ha residido durante más o menos tiempo.
Con educación claramente cosmopolita, fue una ex globe trotter infatigable, hasta que, hace diez años, conoció Italia, donde decidió establecerse definitivamente. Sapiente y originalísima cocinera, hábil guitarrista-cantautora pero sólo para entretener a los amigos, resulta difícil imaginar a la vivaz dama Pérez y García como “joven de estudio”, en Madrid, ocupada en serias y aburridas anulaciones matrimoniales (la especialización de diversos bufetes en una España franquista que no admitía el divorcio).
Y todavía más difícil resulta imaginarla con la toga, cuando se descubre a qué dedica hoy su vida: a diseñadora –muy cotizada- de prendas de punto de artesanía y … a “pintora” con la lana. O sea que esta gallega es un personaje curioso –siempre disponible y sonriente, aunque cuando su estado de ánimo es todo menos alegre-, con una gran pasión por las lanas y las tramas, por el color y el folklore, que plasma en sus prendas –a menudo modelos únicos que se venden en las “boutiques” más sofisticadas del centro de Milán, París y Londres, y que expresa incluso en fantasmagóricos cuadros que se han expuesto en Spoleto (durante los últimos festivales “dei Due Mondi”), en Milán (en enero de 1987 en la Galería Palazzi) y en la campiña de Zerbo (en marzo de 1987 en el sugestivo Castillo de los Templarios).
El pasado abril, además, por las que ella misma ha definido sus “tramas” (los cuadros) ha recibido el premio “Assemblaggio Cultura” directamente de las manos de Eugenio Leopardi, descendiente del poeta.
Sus tramas a veces tienen grandes dimensiones –algunas llegan a medir 1m x 1.40- o sea que son tableaux-bajorrelieves, con relieve de hasta 15 centímetros, formados por un fondo de madera, agujereado ad hoc, en los que introduce a mano una urdimbre de robustos hilos de soporte en los cuales, una vez tras otra, la artista improvisa una iconografía gráfico-abstracta a base de lanas pero también de seda, puntillas, tul, raso, yute, botones, lentejuelas, etc. parecen interesarla hoy día más que las prendas de punto. Aunque estas últimas, presentes en su vida desde hace mucho tiempo, se transformaron de “enamoramiento” en “amor”, al aparecer profusamente en todas las revistas especializadas del sector (Bella, Benissimo, Grif-ex Gioielli, Milleidee, Tuttamaglia y Tuttouncinetto).
Como elocuente demostración de lo anterior, sus prendas también están presentes desde siempre en las boutiques más refinadas especializadas en lana y en las exposiciones de las ferias –por ejemplo Pitti Filatti- donde se encarga de la publicidad de los fabricantes de lana de tricotar.
(Olivia Cremascoli)

Spazio Ovest – Nº 10 – Noviembre de 1988
El “introsurreal” de Maria de los Angeles Perez y Garcia
Se está celebrando la personal de la artista española en la galería La Galería La Telaccia de Turín
El arte surreal es el que se refiere a una manifestación por encima y fuera de la realidad; puede ser el artista que imagina una fábula, un sueño, colocándolo en un espacio que no es el natural, la tierra o el cielo; o bien el artista mismo, pintor o escultor o gráfico, incorpora a la vida de cada día el fruto de su imaginación, una acción de personajes que suelen exhibirse en un ambiente imaginario. Después de esta premisa, ¿dónde podemos colocar las obras de Maria de los Angeles Pérez y García?
Con suaves ovillos de lana, con otros más pequeños y condensados, con fondos, siempre de lana, de color naranja y gris, con retales de tejidos semejantes a la piel, ella puede crear un paisaje o bien el interior del cuerpo humano y te ofrece la posibilidad de ver y tocar con los dedos partes suaves, otras más consistentes, otras que se escapan al tacto, o sea un paisaje que no se sitúa fuera de la realidad, que no puede ser imaginado en una extensión de campos o de prados o bien en una plaza urbana, sino sólo en el interior de un cuerpo, animal o humano, para desempeñar una función indispensable para la vida.
Un surrealismo nuevo, diverso de los casos previstos por los críticos y por los historiadores de arte: en las profundidades de las vísperas humanas un material común, familiar, al alcance de la mano del operador artístico, casi como un maniquí, o bien aparatos didácticos, nos ayuda a ver el interior de nuestro cuerpo. Y es singular la relación entre lo que es visible “dentro” y un paisaje en plena regla, con las colinas, los pequeños valles, los campos que se acaban de arar y las nubes, si, las nubes cuyos cirros se sobreponen, se aprietan unos contra otros como si tuvieran frío. Y si los tocas con los dedos no se mellan, no se disuelven como la niebla al sol, sino que te proporcionan una sensación de calor y de volumen incluso.
Las nubes que vemos habitualmente, formadas por sustancias gaseosas, componen rebaños en el cielo: estas, perceptibles a nuestro tacto, son también vaporosas, recuerdan la lana de las ovejas, pero son más consistentes. Sin embargo, nuestra escultora no mira solamente a nuestro interior, sino también a las paredes de los muros agrietados que protegen los viejos castillos, y también aquí está la hiedra que sube, hacia arriba, y son rizos de lana, a veces verde esmeralda, a veces azul marino, a veces grises, que trepan hacia la cumbre, agarrados a los hilos preparados por el sabio jardinero que deja aquí y allí espacios del color de la piedra o del ladrillo.
Cualquier realidad interno o externa se convierte para Maria de los Angeles en sujeto-objeto de poesía: y es la lana, el algodón, la seda, el yute y también la red de los pesadores lo que le proporciona la materia bruta para llevar a cabo esta operación sumamente lírica y original.
(Aldo Spinardi)

Graffiti – mayo-agosto de 1988
Bebe sorbos de idealidad y cambia materia prima
Maria de los Angeles Pérez
De las “tramas” de lana de colores a las “tramas” ”subversivas”
Este año Spoleto ha reservado una sorpresa más: ”La tia Pilar endomingada y con pendientes”, “Puesta de sol en la Lanzada una breve tarde de septiembre”, “Cielo de Milán en primavera con revoloteo de chopos”, “Biografía sentimental inacabable”, “Velada expresión de intimidad”. La exposición de la Pérez está toda aquí. Cinco obras nuevas que ella sigue llamando “tramas” pero que ya han ido más allá de las “tramas románticas” de 1985 (una visita al sentimiento de los pueblos indios) y de las “suaves tramas” de 1986 (una búsqueda de temas, de imágenes, de propuestas).
Este año el estudio de Angeles me parece que ha arribado a algo mucho más sólido y significativo. Para empezar, los materiales se han vuelto más diversificados. Pérez va del plástico a la red metálica y cada cosa, comprendidas las cintas y los hilos de seda, tiene un significado específico.
“La tia Pilar” excava en el pasado, hasta la edad barroca del imperio español. Pero el tema está tratado con algo así como una polémica irreverencia que se convierte en el tema y al mismo tiempo en la entonación y la clave de lectura de estas “tramas” que yo defino subversivas”, justo por esta entonación suya.
En otra obra María Angeles desgarra literalmente la “intimidad” y con surreales expresiones “pop” tratadas en clave futurista, sugiere un escalofrío, diseña nuevamente el sexo, hace que exploten confetis, acciona un corazón mecánico. Parece como si, en una “normal” ciudad de hoy, arrancados los velos de una intimidad indefensa, descubra la música de una antigua caja mágica y las imágenes de un caleidoscopio enloquecido. Conocer a Angeles Pérez hace tres años y ver “crecer” su estatura artística en una medida que supera la normalidad.
Haber apreciado a esta mujer en la sencillez de un tema español “pillado” en las cuerdas de una guitarra gitana y ver “explotar” sus sentimientos en la evolución de un mensaje abierto e inconfundible.
Ahora nos toca a nosotros rematar este mensaje: a la sociedad, al género humano, a la locura desenfrenada de los seres vivientes. Pasando la página, construyendo en el ideal, haciendo realidad algo en la vida.
(Carmelo Sarcià)

Il Messagero de Roma -11.7.1987
30º Spoleto Festival
Los bordados de Maria
Con la tela cuenta historias del cielo
“La española de la Escalinata del Duomo”, así la llaman. Aunque su nombre es muy dulce y habla del cielo, Maria de los Angeles Pérez y Garcia es un nombre verdaderamente demasiado largo para un Festival e incluso ella lo abrevia inmediatamente, para facilitar un tema que puede parecer anacrónico. Está el bordado “porque así el tiempo pasa y se puede concretar alguna idea”. Es un bordado sin dibujo, libre. El punto es el del tapiz o también el llamado punto pintura, porque es adecuado para crear efectos de plenitud. Pero hay otras sumamente interesantes. Están hechas con una técnica “que no sé si la he inventado, pero lo cierto es que encontré la manera de hacer realidad lo que quería, decoración y bordado, bordado que resultara expresión decorativa.
Para poder pasar los hilos primero hay que agujerear la madera que luego pasa a convertirse en marco. Uso una perforadora y luego paso el material por los agujeros para inventar luego un dibujo que nace paso a paso. Mis “tramas” resultan una diversión , pero también suponen fatiga. Por otra parte las considero un juego. En efecto se siente la alegría de la materia que se convierte en imagen al enrollar los hilos retorcidos y polícromos, en matices verdes, que hacen pensar en una hiedra lozana. Y hay otros materiales y el descubrimiento del trabajo en una superficie redonda, bastante más difícil, porque hay que utilizar la perforadora mucho más. Los hilados son diversos, muy diferentes en lo tocante a la consistencia, y las imágenes resultan importantes e incluso alegres . Un lenguaje poco usual que no está lejos del arte, si por arte se entiende creatividad.
(Eliana Pirazzoli)